Los memoriosos de la Comarca recuerdan las agradables tertulias en torno a un block de hojas escritas, un buen vino y la compañía de los pares. Cada tanto se da el encuentro casual en algún buen restaurante de la Comarca, y las convocatorias de los escritores a los Bares Literarios que tanto bien le hacen a la gente. (Para los cholulos: Enrique y Fabi se manducaron una paella y Luisito, tristemente se fagocitó un Corderito Patagónico. Los Vinos de la Bodega Grittini, La Parrilla Andino Patagónica de Comidas, en la R40 y Sub. de Marquéz, Muy buena onda de Silvina y Fernando. Ojo que no es un chivo... Es un cordero. Ja, ja.)