22 de noviembre de 2007

La Casa de los Abuelos de Puelo


En la localidad de Lago Puelo existe una verdadera fuente milagrosa. Dicen que los que se zambullen en esas aguas cristalinas, rejuvenecen inmediatamente. Debe ser verdad porque, cuando entramos al Centro del Mayor los Tres Picos, nos encontramos que una jovialidad que envidiamos muchos que pensamos que "ya no estamos para algunos trotes".

El Centro o la Casa de los abuelos como le llaman, es como un club de amigos, donde pasan las horas aprendiendo cosas, enseñando también, hilando, cocinando, jugando a distintos juegos de mesa, y sobre todo, haciendo cosas para los que están más necesitados: quizás algunos viejos de entre diez y ocho y cincuenta que han perdido el sentido de la juventud. Cuando hay alguna desgracia, por ejemplo un incendio que deja sin nada a alguna familia, cuando hay que hacer regalitos para el día de los niños, o mostrar a la comunidad las maravillas que hacen sus manos, es cuando se movilizan. Cada tejido, cada trabajo realizado en papel, pintura o cualquier técnica es no solo una obra de arte, sino un símbolo del amor que se puede dar cuando uno ha traspasado el umbral que lo coloca en la tercera edad.
Sandra siempre junto a los "Viejis", velando que no falte nada, que las comidas sean el motivo de estar juntos, compartiendo un tendal de recuerdos (Y porque no, el chusmerío cotidiano). Verdaderos próceres de la Comarca, como aquel legendario panadero que tiene la virtud de ser Cordobés. O Manuela que no tiene nada que envidiar a Dalila, hilvanando lanas regionales.

Lo que tiene de bueno esta fuente de la juventud es que no es ningún secreto. Solo hay que ir, bañarse, hacerse uno con los demás, sentir que la verdadera juventud es eterna, mientras haya una sonrisa, un amigo, un lugar para que ese caudaloso río etéreo corra libremente entre las almas. Acérquese y comparta con los abuelos unos momentos de su vida.
("su" de la suya y "su" de las de ellos)


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