El 23 de octubre se cumplieron dos años de la desaparición y posterior muerte de Otoño Uriarte, esa niña como cualquier otra que fue y es víctima de la barbarie y la indolencia humana.

Desde el verano de su sonrisa y tierna inocencia, a este invierno de su ausencia,
No nos olvidamos de Otoño Uriarte.