12 de abril de 2009

Iktami y el Arte de no hacer nada

NUEVO Y DISTINTO.
El Arte de no hacer nada y otros conceptos peligrosos

Otro libro del prolífico escritor de la Comarca, Luis Iktami Devaux. Acostumbrados a ser sorprendidos en cada una de sus entregas, en esta ocasión el asombro viene por otro lado: Un libro muy distinto a todos los demás, sin perder ese humor inteligente, ni la percepción descarnada de nuestras fantasías y realidades, nos lega un manojo de pensamientos, una canasta de frutas secas que pasaron tiempo deshaciéndose de lo prescindible para alcanzar a ser la quinta esencia del conocimiento que deja una vida observándose y observando a la gente.


"Yo vengo de ese lugar, hacia el cual todos están yendo". Esto es más verdad con cada día que pasa, pero por supuesto que también podría decir: "Voy hacia el lugar del cual todos están volviendo".
Pero me gusta más como suena el primero.
En síntesis, vengo nadando contra la corriente de las masas por un tiempo. Me hace sentir de varias maneras: Diferente, complicado, atosigado por dificultades, pero más que nada me hace sentir muy, pero muy solo.

Iktami es autor de libros en los cuales, él mismo suele ser el protagonista de cada uno de sus cuentos, y casi inevitablemente se convierte en la víctima, el anti héroe, el personaje cuasi grotesco que arranca una sonrisa que se nos enfría cuando vemos nuestro reflejo en cada historia que nos cuenta con su estilo agridulce.

Otros Libros de Iktami Devaux:
Chico
Felini busca Chica Almodóvar
Las Chicas
Almodóvar
Orgasmo Astral

El Amor el la última aventura que nos queda

Mujeres Prohibidas

Tierno es el Tiempo

Sabiduría Silvestre

Thru the wilderness of love

Y un tendal que, me consta, están madurando en un disco rígido, pedazos de otros libros, libros hechos pedazos y un genio encerrado en una botella boyando en el mar de los sargazos.

La magia
Un día, cuando todavía era niño, quedé extasiado ante la magia de mi tío. Me mostró como hacía desaparecer una bolita tirándosela en la boca, hizo esto varias veces haciéndola desaparecer y luego reaparecer. Cuando se fue me puse a investigar y ensayar. A la semana presenté el truco mágico ante mi abuela. Ella quedó encantada y, como todo lo que yo hacía, lo festejó de muy buena manera. Pero al rato llegó mi abuelo del trabajo y volví a repetir el truco. El no festejó nada, simplemente me preguntó: "¿La podes hacer reaparecer?" "No abuelo, esa parte todavía no la aprendí". "¿Te la estás tragando, no?" Ahí se pudrió todo y rápidamente se acabó mi carrera de mago. Por suerte no se me ocurrió probar con alfileres y clavos, cosas que mi tío también hacía desaparecer dentro de su boca.
Así es con la magia verdadera, muchos miran desde afuera y piensan que también lo pueden hacer, pero sólo logran resultados parciales que a veces ponen en peligro su salud. No se olviden: la magia empieza donde termina la lógica.


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