Mi salutación para este Día Internacional de la Mujer, no será para la que agradecida acepte una flor, ni para la que en paz se abrace con su pareja, o con sus hijos, o compañeros de estudio, trabajo o labor.
Mi saludo no será para la que asista a diversos actos públicos para la ocasión, ni para la que desde una tribuna arengue al pueblo, ni la que sentada frente a un pupitre, escritorio de trabajo, púlpito o banco de trabajo, ejerza libremente su femineidad.
Mi salutación es hoy para aquellas que ocultan su rostro detrás de un velo, la que vive aguardando el terror repentino del castigo público y los azotes en la calle, la que angustiada espera las "primeras piedras" de los hipócritas contra su cuerpo en la lapidación asesina.
A las que abren sus piernas, no para gozar de su sexo, sino para ser mutiladas por las tinieblas de la ignorancia que niegan a la mujer, los mismos derechos que los hombres.
Hoy me paro sobre el humus que parieron los huesos de las que murieron por preferir la muerte que una vida esclavizada. A dos mujeres le achacan los males del hombre, y que cosa, que ambas lo jodieron al pobre Adán: Eva, la de la manzana y Lilith, la indómita. Por eso, permítanme que en lugar de dulces palabras, y boludones emoticones, hoy envíe mis saludos a las mujeres que aún hoy siguen siendo víctima de la sinrazón. Bueno... Un besito a todas pa'que no se enojen.
Enrique Carlos Ameijeiras
Radio Comunitaria de Lago Puelo
8 de marzo de 2012
Salutación para la mujer que aún no tiene nada que conmemorar…
en 14:15